Mi hermana Tea ha partido a la Isla de Pascua en busca del antiguo tesoro de Rapa Nui, pero hace una semana que no tenemos noticias de ella... No hay tiempo que perder: ¡tenemos que emprender viaje y llegar cuanto antes a esa isla misteriosa!

¿Por qué me he dejado arrastrar hasta Transratonia, al castillo del Conde Vlad? ¡Hay una niebla tan densa que no se ve a un palmo del morro, y los habitantes apestan a ajo! Brr... Se dice que el ajo sirve para mantener lejos a los vampiros...

¿Quién es Geronimo Stilton? ¡Soy yo! Soy un tipo distraído, con la cabeza en las nubes... Dirijo un periódico, pero mi verdadera pasión es escribir. ¡Aquí en Ratonia, en la Isla de los Ratones, todos mis libros son unos bestsellers! Pero ¿cómo?, ¿no los conocéis? Son esas historias cómicas, tan tiernas como un queso de bola, tan gustosas como un gorgonzola y tan entretenidas como contarle los agujeros a una loncha de gruyer... En definitiva, historias morrocotudas, ¡palabra de Geronimo Stilton!

Un famoso coleccionista le ha encargado a mi amigo Metomentodo que encuentre siete matrioskas valiosísimas ocultas en Moscú. ¡Y así es como he acabado envuelto en una búsqueda del tesoro por las calles de la ciudad!

Robos, engaños, estafas: ¡ningún caso es demasiado difícil para Sherlock Holmes! ¡Con su infalible intuición y acompañado siempre por su fiel ayudante Watson, el gran investigador resuelve brillantemente incluso los casos más complicados!

¿Qué es lo que quiere ese tipo tan extraño que se ha presentado en mi oficina para decirme que no puedo llamarme «Stilton»? ¿Y por qué debo partir hacia Inglaterra, donde se produce el famoso queso que se llama también «Stilton»? Además, ¿qué tiene que ver un misterioso ratón que ha robado todo el queso «Stilton»... conmigo?

¿Quién es Geronimo Stilton? ¡Soy yo! Soy un tipo distraído, con la cabeza en las nubes... Dirijo un periódico, pero mi verdadera pasión es escribir. ¡Aquí en Ratonia, en la Isla de los Ratones, todos mis libros son unos bestsellers! Pero ¿cómo?, ¿no los conocéis? Son esas historias cómicas, tan tiernas como un queso de bola, tan gustosas como un gorgonzola y tan entretenidas como contarle los agujeros a una loncha de gruyer... En definitiva, historias morrocotudas, ¡palabra de Geronimo Stilton!

Cuando el abuelo Torcuato me pidió que escribiera el Libro de Oro, no podía decirle que no. Pero ahí empezaron mis tribulaciones, pues me robaron el ordenador con la única copia del libro...

El Museo de Ratonia va a recibir el prestigioso Premio Corteza Fósil, ¡un reconocimiento que se otorga a los mejores museos del mundo! Pero carece de tres piezas arqueológicas, perdidas en la historia... No nos queda más remedio que subir a bordo del Bananokronos, la nueva máquina del tiempo, y viajar inmediatamente a la búsqueda de tesoros antiguos. ¡Nos encontraremos con Alejandro Magno, Cleopatra, Francis Drake y el joven Amadeus Mozart!

¡CON ADHESIVOS SUPERRATÓNICOS!

En Ratonia se ha desatado una extrañísima epidemia que provoca unos curiosos granos azules. El médico más famoso de la Isla de los Ratones está buscando una cura, pero alguien quiere impedírselo… ¡Y yo seré quien resuelva el misterio!

Todo comenzó cuando encontramos un misterioso mapa en un mercadillo. Hablaba de una isla lejana, y de un tesoro escondido. Así que partimos a bordo de un velero; fue una aventura inolvidable...

¿Quién es Geronimo Stilton? ¡Soy yo! Soy un tipo distraído, con la cabeza en las nubes... Dirijo un periódico, pero mi verdadera pasión es escribir. ¡Aquí en Ratonia, en la Isla de los Ratones, todos mis libros son unos bestsellers! Pero ¿cómo?, ¿no los conocéis? Son esas historias cómicas, tan tiernas como un queso de bola, tan gustosas como un gorgonzola y tan entretenidas como contarle los agujeros a una loncha de gruyer... En definitiva, historias morrocotudas, ¡palabra de Geronimo Stilton!

¡Me encanta mi casa! ¡Conozco cada rincón, cada mueble, cada detalle! Vivo en ella hace tantos años que ya es como si formase parte de mí! ¡Imaginaos cómo me sentí cuando el abuelo Torcuato me dijo que tenía que venderla! El Eco del Roedor estaba atravesando difi cultades y había que contar con algo de dinero en efectivo… Y así, desesperado y sin blanca, tuve que ponerme a buscar una nueva casa…